Adidas es la marca oficial del mundial de futbol. Los jugadores lucen uniformes fabricados por Adidas, la pelota Jabulani es Adidas y entre tanta algarabía que provoca el mundial de futbol que esta vez tuvo como escenario Sudáfrica, en los últimos partidos salen los equipos con mantas diciendo que hay que luchar contra el racismo. Bonito mensaje, propio de Nelson Mandela, pero cuál debería ser un mejor mensaje. Porqué no poner en una manta un basta a la explotación de Adidas en Pakistán, donde se fabrican réplicas del balón Jabulani y donde se le paga a cada obrero un promedio de 60 Euros AL MES (unos mil 500 córdobas) por jornadas de 12 horas diarias.
Cada réplica se vende a unos 25 euros de las que se venden millones en todo el mundo, mientras el balón oficial que se fabrica en China cuesta 120 euros. Toda una industria a favor de una transnacional que nos adorna la vista con vistosos uniformes puestos a cada uno de los jugadores en sus vestidores y nos mete goles a la conciencia con el show propio del futbol.
